No existe un lugar en el mundo que cambie con mayor frecuencia y velocidad que los mercados financieros. Un lugar donde el instinto de evolución nos obliga a actuar rápido, a tomar decisiones improvisadas, a aceptar la posibilidad de perder y a reconocer que el cambio es parte de nuestra esencia.
Esto nos convierte en una especie rara. Nos sentimos vivos en ambientes de riesgo y muertos en ambientes seguros. Porque hemos sido moldeados por los mercados, moldeados para sobrevivir en entornos altamente cambiantes.
Somos traders porque somos distintos. Mientras el resto se refugia en la seguridad, nosotros buscamos la oportunidad en entornos de riesgo, entendiendo que las grandes oportunidades se esconden donde la mayoría no está dispuesta a buscar.
En este escenario, nos vemos exigidos a desarrollar una actitud distinta, con agilidad, con inteligencia y con la capacidad de adaptarnos rápidamente a los cambios. La nuestra, es una #ActitudTrader.